lunes, 10 de septiembre de 2012

Sombrero calentano, parte de la vida en Guerrero: Romeo Francisco

*Sigue faltando la difusión y apoyo económico, además de un padrón gubernamental de artesanos del sombrero de Tlapehuala.

*Se tramita la denominación de origen del sombrero calentano

Roberto Ventura Pérez/Tlapehuala

Sin lugar a dudas, el sombrero calentano es y ha sido por excelencia una de las prendas tradicionales imprescindible en la vida de los habitantes de Tierra Caliente, que al paso de los años se ha convertido en un distintivo de esa región guerrerense. Único en su tipo en todo el país, con características propias en las medidas, diseño, belleza, elegancia, una obra de arte que distingue a quien lo porta, donde quiera que éste se encuentre.
 
En Tierra Caliente, Tlapehuala es el mayor productor de este artículo de primera necesidad, existe una enorme cantidad de productores dedicados a la elaboración del sombrero. Los productores se encargan de buscar, abrir espacios, mercados para exhibir y vender la producción.
 
Romeo Francisco Flores, médico veterinario de profesión, sombrerero por tradición y propietario de la sombrerería de palma y astilla “Sami-Rom”, señala que el sombrero calentano es una prenda que forma parte de la indumentaria de los hombres y mujeres de la Tierra Caliente, porque engalana al calentano en México y en el extranjero, pero que sigue faltando difusión, apoyo económico y la elaboración de un padrón gubernamental de artesanos dedicados a la elaboración del sombrero de palma y astilla.
 
En entrevista para PUEBLO, el joven artesano tlapehualense señala que la elaboración del sombrero sí es negocio, pero se debe saber ubicar espacios para su venta.
 
Acaba de pasar la Muestra Artesanal Guerrero Flor y Color instalada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, organizada por el Gobierno de Guerrero a través del DIF Estatal, ¿Te invitaron?, preguntamos.
 
No. Las invitaciones llegan a Tlapehuala pero las agarran otras personas que ya saben del manejo, que ya saben cuándo son las fechas y no me han invitado. En lo único que me ha ayudado el Gobierno del Estado es en proporcionarme un documento donde dice que soy artesano y eso porque hubo una petición a través del señor Gregorio Salgado, de parte de la Asociación de Hispanos Radicados en Chicago, Illinois, para que yo fuera a Estados Unidos y participara en un evento de promoción del sombrero calentano, como presidente de la Asociación de Sombrereros de Tierra Caliente.
 
Las invitaciones llegan al ayuntamiento, donde está el departamento de Desarrollo Económico. Llegan y ahí distribuyen. Hay una regidora que las otorga, ella es una de las que ha participado mucho, se llama Elizabeth Santamaría.
 
Las preferencias irregulares se han visto desde el trienio pasado. Elizabeth Santamaría y su esposo han ido a representar el sombrero de Tlapehuala. Son los mismos artesanos los que han acudido evento tras evento a los que organiza el Gobierno del Estado. Por ejemplo, en el evento que se hizo en el Aeropuerto Internacional de la ciudad de México dijeron que una semana asistía un artesano y a la siguiente otro, pero eso no fue cierto, terminó vendiendo la misma persona, refiriéndose a Elizabeth Santamaría, artesana del sombrero y regidora municipal. Su misma familia lo comentó, uno de sus primos.
 
A mí no me invitaron a la exposición del aeropuerto, la última semana debió estar Carlos Gutiérrez, de la Sombrerería La Asunción, pero no fue así, terminó Tomás Alanís, esposo de Elizabeth Santamaría, fingieron dejar a otra persona diciendo que era de otra sombrerería, cuando fue la misma.
¿Qué le diría al DIF estatal y al Gobierno del Estado, organizadores de la muestra?
 
Les diría que se hiciera una relación, como la que no se da a conocer, para que el Gobierno del Estado nos avisara vía correo electrónico o dirección particular, que día debe asistirse y se nos hicieran partícipes reales de los apoyos.
 
Los estímulos económicos sí llegan a Tlapehuala, pero sólo unos cuantos se los quedan. Yo fui uno de los primeros artesanos que di mis documentos porque había un apoyo para mi, me lo dijeron del ayuntamiento. Hay 125 mil pesos para que digas qué es lo que tú quieres, que cotices qué es lo que quieres y yo lo hice, pero nunca llegó nada, estoy esperando hasta la fecha, cuando a otros ya les ha llegado. Hay otras cuatro personas que hicieron lo mismo y no nos ha llegado nada. Tiene más de un año y medio que hice la solicitud, en ese entonces al presidente municipal Nelson Flores Peñaloza.
 
Concurso de sombrero calentano
 
Hace unos días Antonio Santamaría, propietario de la sombrerería Palmares de Guerrero, declaró al periódico Despertar del Sur que en el Primer Concurso Artesanal de Sombrero de Palma, organizado por el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, la secretaría de Desarrollo Económico y el ayuntamiento de Tlapehuala, celebrado el año pasado, se inscribieron piezas para concursar que no las hicieron los “artesanos” ganadores y que en este segunda edición debería de evitarse esas irregularidades. ¿Qué opinas de eso?, preguntamos.
 
Sí, lo dijo Antonio Santamaría. Algunos nos dimos cuenta. En lo particular, yo que tengo años trabajando el sombrero no tengo una invitación escrita para participar en el segundo concurso. Nada de eso. Entre ellos se ha quedado. En el ayuntamiento municipal, en Desarrollo Económico determinan quién va a participar, sale una convocatoria cuando ya se sabe quiénes la ganaron y eso no se vale.
 
¿Ya está publicada la convocatoria para la segunda edición del concurso?
 
Salió la nota en el periódico pero no hemos visto la convocatoria hasta ahorita. Me estoy preparando pero debemos esperar, el Gobierno del Estado debe poner más atención a este tipo de eventos, como cuando va a haber elecciones, para saber quién puede competir para desarrollar un trabajo de artesanía, aquí en este caso es lo mismo. Eso es lo que falta.
 
Sombrero de exportación
 
En forma reiterada, el artesano Romeo Francisco dice no haber recibido apoyo hasta ahora, sin embargo afirma haber asistido a exposiciones de sombrero calentano en Estados Unidos de América, “pero a mí me ha costado todo, incluyendo los pasajes. Se ha vendido y que bueno. Me enorgullece que el sombrero calentano ya lo he traspasado legalmente a EU, cosa que nadie ha hecho. El sombrero calentano es el que más nos debe interesar”.
 
¿Qué tan cierto es que los artesanos de Tlapehuala venden sombrero crudo a los empresario del sombrero de Huetamo, Michoacán?
 
Sí, es cierto. Los productores de Huetamo lo exportan y lo dan a un precio demasiado alto. El mejor sombrero de Tlapehuala se va a Sahuayo, Michoacán, allá nada más le ponen el logotipo que es de ese lugar cuando en realidad se hace en Tlapehuala, donde se escoge la mejor palma para elaborar el sombrero calentano.
 
La elaboración del sombrero sí es negocio, pero nosotros que no tenemos la oportunidad de asistir a todas las exposiciones a las que es invitado el gobierno estatal, estamos estancados. En mi caso, exportamos sombreros cocidos a mano, que es de una comunidad de Morelita y Tiringueo, pertenecientes a nuestro municipio. Los precios de los sombreros artesanales hechos a mano van de tres mil 500, cinco, siete mil y hasta 12 mil pesos. También hemos vendido uno de 25 mil, pesos que es un sombrero de 100 vueltas, cuya elaboración requiere de 15 días a 17 días.
 
Los sombreros cocidos a máquina, teniendo el material, se pueden elaborar hasta 10 en un día y un sombrero cocido a mano no se hace en un día sino de seis días en adelante.
 
Lo único que le pido al Gobierno del Estado es un apoyo económico, no para gastarlo, no para perderlo, sino para invertir en lo que queremos para poder producir más, para obtener una prensa, para tener hormas de aluminio, de las que se ordenan a San Francisco del Rincón, Guanajuato. Y esas cuestan de cinco mil pa’ arriba. Una planchadora cuesta 45 mil pesos, que toda la gente debería de tenerla, pero el apoyo no lo hay. Porque para producir sombrero, teniendo trenza, podemos trabajarlo todos los días, pero lo que importante es sacarlo, venderlo. No queremos hacer lo que muchos artesanos de Tlapehuala hacen, que es sacar el sombrero crudo y venderlo a los productores de Sahuayo, Michoacán, quienes sí lo exportan al extranjero. Eso ya lo vi en la ciudad de Dallas, Texas: sombrero calentano hecho en Tlapehuala que nada más le ponen el logotipo de las marcas que tiene ahí, en Sahuayo.
 
Sí tenemos necesidad para vender el sombrero crudo, pero el sombrero oriundamente es de Tlapehuala, la cuna mundial del sombrero de palma y astilla.
 
Búsqueda de la denominación de origen
 
A pesar de los inconvenientes que día con día sortean los productores, estos no se desaniman. Nuestro entrevistado anuncia que está buscando, con la ayuda de unos abogados, la denominación de origen del sombrero calentano. Señala: “Estamos haciendo la investigación con ellos, yo les doy la investigación que tengo; porque de repente no nos vayamos a sorprender que otra gente diga que allá se hace o se tiene la denominación, cuando sabemos que el sombrero calentano se elabora en Tlapehuala. En eso estoy trabajando, en forma particular”.
 
“En Guerrero está la mejor palma, la palma blanca o palma real. Nos hemos dado el lujo de andar investigando, lujo porque nos ha costado dinero desplazarnos para investigar, nos costeamos con recursos propios. Toda la palma se adquiere en Guerrero, ya nada más el adorno puede ser en la Ciudad de México y todo lo demás se consigue en el Estado”.
 
Para finalizar, el joven artesano informa a todo los interesados en adquirir sus sombreros de palma y astilla, que pueden contactarlo en su local comercial ubicado en la entrada principal de Tlapehuala y hacer sus pedido al correo electrónico: s.amirom@hotmail.com o al teléfono 01 732 67 3 13 55. Expresó que el domingo 9 de septiembre vendería el sombrero calentano en la celebración del 558 aniversario de la fundación de San Miguel Totolapan, en el foro cultural Iztacalco en la Ciudad de México.
 
Publicado en:
 
Periódico Periódico Pueblo Guerrero, 10 de septiembre de 2012
 
 
 
Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 07 de septiembre de 2012
 
 
 
 
 
 
 

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