La siguiente nota fue consultada en la página electrónica de la conocida revista MÉXICO DESCONOCIDO:
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Un castillo medieval en Taxco, Guerrero
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A 20 minutos de "La Meca de la Plata" se localiza la Ex Hacienda San Juan Bautista, una de las pocas construcciones de estilo medieval que se localizan en el estado de Guerrero. ¡Descúbrela!
A 20 minutos de "La Meca de la Plata" se localiza la Ex Hacienda San Juan Bautista, una de las pocas construcciones de estilo medieval que se localizan en el estado de Guerrero. ¡Descúbrela!
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En el estado de Guerrero encontramos pocas construcciones de estilo medieval y barroco. Entre los ejemplos más notables se hallan el Fuerte San Diego, en Acapulco, y la Parroquia de San Sebastián y Santa Prisca, en Taxco de Alarcón.
La ex hacienda San Juan Bautista se localiza en Taxco el Viejo, a 20 minutos de la "Meca de la plata mexicana", la ciudad de Taxco.
En tiempos prehispánicos la población recibió el nombre de Tlachco, "en donde hay un juego de pelota".
El castillo es un vetusto edificio, vestigio del casco de la hacienda de San Juan Bautista. Está mimetizado, casi oculto, entre los lomeríos de esta montaña región al norte del estado llamada Tierra Caliente. Esta edificación, de innegable estilo medieval, sobrelleva la añosa reciedumbre de más de 400 años a cuestas, ya que fue terminada en 1543.
Al parecer, su construcción fue ordenada por el conquistador Hernán Cortés (1485-1547), quien no la vio terminada, pues partió a España, para ya no volver, en 1540.
Heredada por su hijo Martín Cortés, segundo marqués de Oaxaca, cuando era un adolescente de 13 años, la hacienda de San Juan Bautista probablemente tampoco lo recibió, puesto que llegó a México en 1563 y partió, prácticamente deportado a España, en 1566.
Casi invisible desde la carretera, el castillo medieval conserva características de lo que fue una hacienda de beneficio de metales. Destaca en ella el ingenioso sistema de conducción de agua, a través de las paredes de la propia construcción: una red o sistema hidráulico intramuros, que servía para conducir el líquido, desde el acueducto principal, hasta los molinos para las piedras, y a los patios con estanques, donde se añadía mercurio a las piedras para extraerles la plata.
Las haciendas de beneficio de metales debían recibir del as minas las piedras con minerales; despedazarlas o triturarlas; extraerles el mineral, en este caso la plata; hacer lingotes con los metales extraídos y sacarlos de la región en caravanas de mulas.En Nueva España, para moler las piedras había molinos de tracción animal y de agua, de manera que las corrientes naturales eran muy apreciadas en las regiones mineras.La posición geográfica de Taxco y el Viejo favoreció la instalación de la hacienda para el beneficio de plata, pues la afluencia de agua era abundante. Debido a ello obtuvo el nombre patronal de San Juan Bautista. Entre Taxco el Viejo, llegaron a haber siete haciendas de beneficio de metales. Dice Rivera Cambas, que "Al pie del cerro de Juliantla, dos leguas al oriente de Taxco, en la barranca, existe una abra llamada San Felipe, de la que salía un abundante arroyo que se empleaba como fuerza motriz para las máquinas de siete haciendas de metales".
Esas haciendas fueron San Francisco Cuadra, el Fraile, Puente de Campuzano, Tenería, Sochula, San Sebastián y el Chorrillo.
En un principio, la plata se extraía utilizando el método de las lumbradas; es decir, se aplicaba fuego a las piedras, sin que pudiera sacarse limpiamente. Por fortuna, un humilde clérigo dominico -sevillano de origen- Bartolomé de Medina (1530-1580), asentado en el Mineral de Pachuca, ideó el sistema en frío a través del azogue o mercurio. El método consistía en mezclar el mineral negro, que se obtenía de las piedras molidas, con el mercurio, para extraer por amalgamación (ligadura) la plata. Ya amalgamados, los dos metales eran separados mediante calentamiento para evaporar el mercurio que, desgraciadamente, se depositaba sobre las tierras circundantes y aguas abajo.
Este método se denominaba "beneficio de patio", porque el proceso se realizaba en patios con estanques a cielo abierto, y estos patios y estanques se pueden ver perfectamente en la ex hacienda de Taxco el Viejo.
El sistema de beneficio de patio resultaba costoso, pues requería de un kilo de mercurio por cada kilo de plata obtenida. Aún así, transformó la economía de la Nueva España al duplicar la cantidad de plata extraída, y por lo menos redujo a la mitad el consumo de madera.Es muy probable que todo el mercurio depositado, desde el siglo XVI hasta principios del XX, en los terrenos aledaños a ésta y a otras haciendas, haya pasado del nivel del suelo y alcanzado el de las aguas subterráneas, de manera que distribuyó su contaminación en extensas regiones del estado de Guerrero.
Valdría la pena estudiar los índices de contaminación por mercurio y plomo de toda el área, y también aguas abajo, hasta Iguala y más allá.
Este es el cruel epílogo de una bonanza que hizo famosa a la región en el mundo entero. En la actualidad, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) es la depositaria del casco de la antigua hacienda, bajo el cuidado directo de la Escuela Regional de Ciencias de la Tierra. La UAG ha restaurado una gran parte de la construcción.
El magnífico edificio, dedicado antaño a la producción de riqueza mineral, es ahora crisol de jóvenes profesionistas.
Cómo llegar:
De la Ciudad de México toma la carretera núm. 95 rumbo a Taxco, Guerrero. De Taxco sigue por la carretera federal que va a Iguala, 20 km antes de llegar a esta ciudad hallarás el pueblo de Taxco "el Viejo".
A la entrada del pueblo encontrarás la Hacienda de San Juan Bautista.
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En el estado de Guerrero encontramos pocas construcciones de estilo medieval y barroco. Entre los ejemplos más notables se hallan el Fuerte San Diego, en Acapulco, y la Parroquia de San Sebastián y Santa Prisca, en Taxco de Alarcón.
La ex hacienda San Juan Bautista se localiza en Taxco el Viejo, a 20 minutos de la "Meca de la plata mexicana", la ciudad de Taxco.
En tiempos prehispánicos la población recibió el nombre de Tlachco, "en donde hay un juego de pelota".
El castillo es un vetusto edificio, vestigio del casco de la hacienda de San Juan Bautista. Está mimetizado, casi oculto, entre los lomeríos de esta montaña región al norte del estado llamada Tierra Caliente. Esta edificación, de innegable estilo medieval, sobrelleva la añosa reciedumbre de más de 400 años a cuestas, ya que fue terminada en 1543.
Al parecer, su construcción fue ordenada por el conquistador Hernán Cortés (1485-1547), quien no la vio terminada, pues partió a España, para ya no volver, en 1540.
Heredada por su hijo Martín Cortés, segundo marqués de Oaxaca, cuando era un adolescente de 13 años, la hacienda de San Juan Bautista probablemente tampoco lo recibió, puesto que llegó a México en 1563 y partió, prácticamente deportado a España, en 1566.
Casi invisible desde la carretera, el castillo medieval conserva características de lo que fue una hacienda de beneficio de metales. Destaca en ella el ingenioso sistema de conducción de agua, a través de las paredes de la propia construcción: una red o sistema hidráulico intramuros, que servía para conducir el líquido, desde el acueducto principal, hasta los molinos para las piedras, y a los patios con estanques, donde se añadía mercurio a las piedras para extraerles la plata.
Las haciendas de beneficio de metales debían recibir del as minas las piedras con minerales; despedazarlas o triturarlas; extraerles el mineral, en este caso la plata; hacer lingotes con los metales extraídos y sacarlos de la región en caravanas de mulas.En Nueva España, para moler las piedras había molinos de tracción animal y de agua, de manera que las corrientes naturales eran muy apreciadas en las regiones mineras.La posición geográfica de Taxco y el Viejo favoreció la instalación de la hacienda para el beneficio de plata, pues la afluencia de agua era abundante. Debido a ello obtuvo el nombre patronal de San Juan Bautista. Entre Taxco el Viejo, llegaron a haber siete haciendas de beneficio de metales. Dice Rivera Cambas, que "Al pie del cerro de Juliantla, dos leguas al oriente de Taxco, en la barranca, existe una abra llamada San Felipe, de la que salía un abundante arroyo que se empleaba como fuerza motriz para las máquinas de siete haciendas de metales".
Esas haciendas fueron San Francisco Cuadra, el Fraile, Puente de Campuzano, Tenería, Sochula, San Sebastián y el Chorrillo.
En un principio, la plata se extraía utilizando el método de las lumbradas; es decir, se aplicaba fuego a las piedras, sin que pudiera sacarse limpiamente. Por fortuna, un humilde clérigo dominico -sevillano de origen- Bartolomé de Medina (1530-1580), asentado en el Mineral de Pachuca, ideó el sistema en frío a través del azogue o mercurio. El método consistía en mezclar el mineral negro, que se obtenía de las piedras molidas, con el mercurio, para extraer por amalgamación (ligadura) la plata. Ya amalgamados, los dos metales eran separados mediante calentamiento para evaporar el mercurio que, desgraciadamente, se depositaba sobre las tierras circundantes y aguas abajo.
Este método se denominaba "beneficio de patio", porque el proceso se realizaba en patios con estanques a cielo abierto, y estos patios y estanques se pueden ver perfectamente en la ex hacienda de Taxco el Viejo.
El sistema de beneficio de patio resultaba costoso, pues requería de un kilo de mercurio por cada kilo de plata obtenida. Aún así, transformó la economía de la Nueva España al duplicar la cantidad de plata extraída, y por lo menos redujo a la mitad el consumo de madera.Es muy probable que todo el mercurio depositado, desde el siglo XVI hasta principios del XX, en los terrenos aledaños a ésta y a otras haciendas, haya pasado del nivel del suelo y alcanzado el de las aguas subterráneas, de manera que distribuyó su contaminación en extensas regiones del estado de Guerrero.
Valdría la pena estudiar los índices de contaminación por mercurio y plomo de toda el área, y también aguas abajo, hasta Iguala y más allá.
Este es el cruel epílogo de una bonanza que hizo famosa a la región en el mundo entero. En la actualidad, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) es la depositaria del casco de la antigua hacienda, bajo el cuidado directo de la Escuela Regional de Ciencias de la Tierra. La UAG ha restaurado una gran parte de la construcción.
El magnífico edificio, dedicado antaño a la producción de riqueza mineral, es ahora crisol de jóvenes profesionistas.
Cómo llegar:
De la Ciudad de México toma la carretera núm. 95 rumbo a Taxco, Guerrero. De Taxco sigue por la carretera federal que va a Iguala, 20 km antes de llegar a esta ciudad hallarás el pueblo de Taxco "el Viejo".
A la entrada del pueblo encontrarás la Hacienda de San Juan Bautista.
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Tomado de http://www.mexicodesconocido.com.mx