Que no está abierto, que la encargada es déspota e insulta a quien se le antoje, así sean visitantes al Museo de las Culturas Afromestizas Vicente Guerrero Saldaña, son las denuncias más recurrentes que en distintos momentos han sido hechas ante este medio informativo, además de que tiene un horario de atención atípico, que deja fuera días favorables para las visitas.
La semana pasada, unas estudiantes de esta cabecera municipal fueron maltratadas por la encargada del museo, según dijeron a El Faro, cuando ésta las acusó de haber tirado una pelota que entró a ese edificio, “con mentadas de madres y otros insultos”, sin que se hubiese percatado de que aquellas hubiesen sido responsables de la acusación.
“Nos dijo que los jóvenes de ahora tenemos mierda en la cabeza, aparte de varias mentadas de madre, que no le quedan, sobre todo si dice que ella sí tiene educación y nosotras no”, atestigua una estudiante.
Y explica: “Se metió una pelota de los que estaban jugando en la cancha y ella salió enojada, a reclamarnos, y se dirigió a nosotras sin fijarse si nosotras habíamos sido quienes tiramos la pelota, con palabras groseras; nosotras le respondimos porque no era justo que nos culpara de algo que no habíamos hecho sin antes preguntarnos”.
Pero éste no es un hecho aislado, sino cercano en el tiempo: otros visitantes del museo también aseguran haber sido maltratados por la encargada, aunque, como expresó uno de ellos, proveniente de Ometepec, “no la tomamos en serio, pero nos preguntamos: si todo le molesta o le parece mal, ¿qué hace allí? Deberían poner a otra persona menos grosera”.
Y comenta, este ometepecense: “Yo la tiré a loca; no me iba a poner a pelear con ella”.
Otros visitantes, originarios de Cuajinicuilapa que residen en la ciudad, han tenido y denunciado experiencias parecidas: “No puede ser que pongan a una persona tan grosera, y no me refiero a lo mal hablado, sino que lo trate mal a uno, que es de aquí y que viene a visitar con muchas ganas este museo”.
Esta denunciante estuvo varios días en Cuajinicuilapa, acompañada por personas citadinas, a quienes pretendía “presumir” el museo local; sin embargo, se llevaron “una mala impresión” porque la persona encargada “se portó groseramente cuando le preguntaban algo, respondiendo de mala gana, como si nos estuviera haciendo un favor”.
“¿Qué imagen se llevaron esos visitantes de Cuaji, que querían conocer lo nuestro, el museo, y resulta que la encargada los andaba regañando, como si le molestara que uno entrara al museo; además, no entramos de gratis, pagamos”, reflexiona esa mujer.
Hace un mes, aproximadamente, personal del Canal 22 de televisión estuvo en Cuajinicuilapa y pretendía grabar escenas del museo para incluirlas en una serie documental sobre identidad en México; sin embargo, al enterarse que filmar dentro del museo tiene un costo de 500 pesos, desistieron.
“No puede ser posible: en todos los museos públicos del mundo no cobran por filmar; ¿por qué aquí sí?”, cuestionó en ese entonces el encargado de ese equipo, y decidió dejar fuera de su documental al Museo de las Culturas Afromestizas.
Finalmente, el horario de atención, particularmente los días que el museo ofrece sus servicios (de lunes a viernes), es motivo de quejas y molestias de visitantes, quienes acuden sábados y domingos por ser días de asueto en sus actividades cotidianas para encontrase con que está cerrado; además de que tampoco en esos días existe regularidad, porque incluso en algunos de ellos puede encontrarse cerrado al público
Por: EDUARDO Añorve
Suplemento Vida y Sociedad, en El Faro de la Costa Chica, 18 de marzo de 2011
